
Celebrando a las madres, honrando a Teresa: El Alma detrás de nuestra primera bolsa.
Daniela AuroraShare
Este fin de semana, nuestros corazones se llenan de calidez para celebrar el Día de las Madres. Aquí en México, hoy 10 de mayo, y mañana, 11 de mayo, en gran parte de Latinoamérica, rendimos homenaje a esas mujeres extraordinarias que nos dieron la vida, nos guiaron y nos amaron incondicionalmente. Para Aurora Leather Bags, esta fecha tiene un significado aún más profundo, pues nos permite compartir con ustedes la historia que late detrás de nuestro primer y más preciado diseño: la bolsa Teresa.
Si alguna vez han leído sobre el origen de Aurora, sabrán que nuestra marca nació del sueño de una pareja de emigrantes peruanos que encontraron en Venezuela su nuevo hogar en los años 60. Domitilo Aurora, el artesano que inspiró nuestra pasión por la piel y el trabajo hecho a mano, fue el precursor. Pero, ¿quién era la mujer que sostenía ese sueño, la fuerza silenciosa que impulsaba cada paso? Ella era Teresa Colán de Aurora.
Aunque hoy sus caminos se hayan separado, Teresa fue mucho más que la esposa de Domitilo. Fue el pilar fundamental, la mente organizadora que mantenía el equilibrio en el hogar y la administración de la empresa. Pero para mí, Daniela, la fundadora de Aurora, Teresa fue mi segunda madre, el ángel que la vida puso en mi camino.
Por vueltas del destino, Teresa me crió y me acompañó durante la mayor parte de mi infancia. Ella fue quien sembró en mí los principios y valores que hoy me definen. Me brindó la oportunidad de estudiar, siempre con una visión clara de mi futuro, impulsándome, acompañándome y guiándome en cada paso del camino. Desde preparar mis desayunos en los días de escuela hasta llevarme a la universidad cuando apenas tenía 18 años y aún no sabía manejar
Teresa encarnaba todo lo que admiramos en una madre. Era comprensiva, su cocina era un refugio de sabores, sus manos sanaban heridas, su mente era ágil para las matemáticas y su corazón rebosaba valores. Pero si hay algo que la definía, era su paciencia infinita. Incluso en mis peores rabietas de niña, Teresa encontraba la manera de calmar la tormenta y devolver la paz, con una tranquilidad absoluta. Me ayudó a conciliar el sueño, a acercarme a la fe, a valorar a la familia, a descubrir mi propósito en la vida. Ella era quien consentía sin medida, quien tendía la cama con cariño, quien siempre ayudaba sin esperar nada a cambio. Su amor era profundo, sincero y llegaba al alma. Ella es Teresa.
Hoy, en este Día de las Madres, queremos rendir homenaje a todas las Teresas del mundo, a esas madres que entregan su vida por sus hijos, pero especialmente a esas abuelas que asumen el rol de madre, con una generosidad inmensa, sin que nadie se lo pida ni les corresponda.
Teresa personifica todo lo que más admiramos en la vida. Por eso y muchas más razones, nuestra primera cartera lleva su nombre y la esencia de la marca siempre lo hará
Feliz Día de las madres, querida Tere. ¡Te amo!